miércoles, 28 de noviembre de 2012

LOS NIÑOS ESPAÑOLES Y LA CRISIS



 
EL IMPACTO DE LA CRISIS EN LOS NIÑOS:

El blog que estáis leyendo está escrito por un pediatra, y ningún hecho que afecte a nuestros niños puede resultarme ajeno. Por ello, creo interesante daros a conocer la publicación de UNICEF sobre “La infancia en España 2012-2013. El impacto de la crisis en los niños”, han salido a la luz datos que harían sonrojar a nuestros políticos si fueran capaces de sentir vergüenza. Comparad las cifras que se recogen en ese informe con las ayudas a los que han generado la crisis (el gobierno ha pedido muchos millones de euros para rescatar a los bancos, pero se resiste a pedir un solo céntimo para rescatar a sus ciudadanos; mantiene los costosos privilegios de la clase política mientras reduce los sueldos de los funcionarios y envía al paro a millones de españoles, mantiene sus privilegios como casta mientras reduce las ayudas sociales, deprime la educación  y la sanidad y echa a la calle a personas que no pueden pagar su hipoteca debido a la depredadora actuación de las propias entidades bancarias con la connivencia del estado, etc.).

1.- “Los niños sufren la crisis en los hogares cuando sus progenitores se quedan sin trabajo y sin ingresos, cuando ellos o sus familias son desahuciados, cuando, a consecuencia de los menores ingresos familiares, se empobrece la calidad de su alimentación, cuando se deteriora el ambiente familiar o cuando no pueden costearse tratamientos médicos no incluidos en los sistemas públicos. Pero también repercuten en ellos las decisiones políticas de reducción del gasto público en ayudas a las familias, en becas escolares de comedor o libros de texto, y no son ajenos al impacto de las decisiones generales en materia de impuestos y deuda pública, o las reducciones de presupuestos destinados a servicios sociales, educativos o de salud.”

2.- Con los datos actuales, 2.200.000 niños (el 26,2 % de los niños españoles) viven por debajo del umbral de la pobreza.

3.- Los niños pobre, además de ser más, son más pobres.

4.- El 13,7 % de los menores de 18 años viven en hogares con un nivel de ingresos inferior a la mediana ((lo que supone padecer una pobreza alta). En la ¿Unión? Europea, sólo Rumanía y Bulgaria ofrecen cifras peores.

5.- El incremento de la pobreza en la infancia (16,7 %) ha sido significativamente mayor que el del total de la población (11%), ya que el impacto de la crisis ha sido más duro en los hogares con niños que en el conjunto de los hogares. El porcentaje de hogares con niños que no pueden afrontar gastos imprevistos es del 37 %.

6.- El crecimiento del desempleo se ha cebado sobre todo en familias jóvenes con niños pequeños. El incremento desde 2007 en hogares con niños es del 120 %, mientras que en los hogares de la población general es del 62 %.
 
7.- En el hogar, este empobrecimiento se constata por el empeoramiento de la calidad de la alimentación, las condiciones del hogar (hacinamiento, frío) y la calidad de la convivencia familiar. En educación, se traduce en dificultades para conseguir libros y material escolar, en disminución en la participación en actividades extraescolares, etc.

8.- En las llamadas “medidas de austeridad en el gasto público”  destacan la desaparición o restricción en las ayudas monetarias a las familias y a la infancia, la reducción y disminución de la calidad de los servicios públicos.

Estos son algunos de los hechos que se recogen en este informe de UNICEF, que podeis consultar en la siguiente página:


www.unicef.es/sites/www.unicef.es/.../Infancia_2012_2013_final.pdf

Los niños son la única apuesta de futuro que tiene un país. De una infancia que crezca feliz, con sus necesidades cubiertas y con perspectivas claras depende la prosperidad del país en las décadas venideras. Sin embargo, ante esta crisis, en la política española se ha instalado la creencia de que las ayudas a la infancia son altamente prescindibles. No sólo no se invierte en garantizar su educación, acceso a recursos básicos como comida y techo, etc., sino que las pocas ayudas ya existentes se recortan o se eliminan, comprometiendo, incluso más que la propia crisis, el futuro de nuestra economía y del estado de bienestar del que hemos estado disfrutando hasta ahora.

Creo que aquellos que estamos implicados en el cuidado de los niños, desde padres a pediatras, pasando por maestros, educadores, trabajadores sociales etc. debemos empezar a reclamar lo que en justicia les corresponde, por los medios que sea. Cuando unos políticos (entiéndase la “clase política”)  empeoran la situación del país, como está ocurriendo ahora, o son inmorales o son ineptos. En ambos casos, debemos enfrentarnos a ellos en la medida de lo posible y reclamar las mejoras que nuestros hijos (que al fin y al cabo son los ciudadanos de mañana) necesitan. Y cuando esto pase (si es que pasa), no olvidar la lección que estamos recibiendo ahora.