Llamamos dermatitis del pañal a la irritación cutánea relacionada directamente con el hecho de llevar pañales.
En nuestro país, practicamente todos los niños menores de 2 años usan pañales, rellenos de una masa de celulosa que contiene un núcleo de material de gran absorción. Por ello, manteniendo la orina alejada de la piel y reduciendo su acidez, ayuda a mantener la integridad cutánea de la zona que cubren. La capacidad de protección de los pañales está directamente relacionada con la cantidad de cambios de pañal que se realizan al día (cuanto más cambiemos el pañal, menor riesgo de irritación tendremos).
La dermatitis del pañal se produce por varios mecanismos. Uno de los más importantes es la humedad de la piel, resultado de la oclusión que produce el pañal y el contacto mantenido de la orina con la piel.
La piel húmeda e irritada es fácilmente colonizada por hongos (cándidas), que contribuyen a empeorar el cuadro clínico de la dermatitis.
El cambio frecuente del pañal es un factor protector de la piel, mientras que el frotamiento con toallitas limpiadoras, que contienen tensioactivos (jabones) y perfumes puede producir o agravar una dermatitis.
El aspecto de la dermatitis del pañal es el de un enrojecimiento de las zonas que están en contacto mas íntimo con el pañal (nalgas, genitales, abdomen inferior y zona del pubis). Al comienzo, el enrojecimiento es rosado y brillante, oscureciéndose conforme va desarrollándose.
Cuando se extiende puede afectar a zonas más amplias, y aparecer pequeñas lesiones blanquecinas redondeadas, sugestivas de sobreinfección por cándidas.
MANEJO DEL ERITEMA DEL PAÑAL
Normalmente (95 % de los casos), el eritema del pañal es leve y se resuelve simplemente extremando la higiene de la zona.
Prevención y tratamiento: la prevención es la medida más eficaz en la lucha contra este problema.
- Es necesario hacer cambios frecuentes de pañales (mínimo de 7-8 veces al día). En ocasiones es necesario dejar sin pañal al niño durante algún tiempo cada día.
- No utilizar toallitas que tengan jabones, alcohol o perfumes. Son muy útiles las toallitas impregnadas solo en aceite.
- Lo ideal es el lavado del área del pañal con agua y un jabón extragraso después de cada defecación, y secar con una toalla suave, sin frotar.
- En cada cambio de pañal se debe aplicar sobre la piel una crema protectora, en pequeña cantidad y bien repartida. Son muy útiles las llamadas "pastas al agua" y las que contengan zinc.
Casos severos: si sospechamos, por el aspecto o por las molestias que sufre el niño, que la dermatitis puede ser importante, deberemos acudir al pediatra, que será quien decida el tratamiento a seguir, y valorará la necesidad de añadir antibióticos, antifúngicos o corticoides si fuera necesario.
Fuente: Zambrano Pérez, E. y Zambrano Zambrano, A. "Eczemas en la infancia". Pediatría Extrahospitalaria, cuarta edición. Editorial Ergon S.A., 2008
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