Las alergias a los alimentos se producen al ponerse en contacto con alimentos nuevo. Por ello son frecuentes en la primera infancia. Una de las más habituales es la alergia proteínas de leche de vaca, porque es el alimento que los lactantes reciben diariamente.
Los síntomas de esta alergia pueden producirse ya desde la primera vez que se recibe la leche de vaca (no olvidemos que la leche adaptada para bebés es una modificación de la leche de vaca) o al cabo de unos días de haber comenzado la introducción.
Los síntomas que puede presentar el bebé son similares a los de otras alergias alimentarias, y consisten en enrojecimiento de la zona de alrededor de la boca, cara o cuerpo, llanto, intranquilidad, irritabilidad, vómitos, diarrea, signos respiratorios e hinchazón (edema) de labios, ojos, manos o pies. estos síntomas se dan en número o intensidad variable en cada niño.
Aunque los síntomas son clave para el diagnóstico, éste debe ser confirmado mediante análisis y/o pruebas cutáneas. Será el pediatra quien decidirá sobre las actuaciones y estudios necesarios en cada caso, incluyendo la posible derivación a un alergólogo o digestólogo infantiles.
En los niños diagnosticados de este cuadro alérgico, deben tenerse en cuenta, además del tratamiento con leches especiales (leches hidrolizadas, en las que se han modificado las proteínas, descomponiéndolas en fracciones que no producen alergia y presentan el mismo poder alimenticio que la leche adaptada, o leches de origen vegetal), una serie de consejos:
-El tratamiento fundamental es la eliminación de la dieta del niño del alimento que produce la alergia).
-Si el niño recibe lactancia materna, la madre debe reducir al mínimo el consumo de productos lácteos, pues las proteínas de estos pasan parcialmente a la lech materna, pudiendo sensibilizar al bebé).
-Si el niño recibe lactancia artificial, debe recibir alguna de las fórmulas especiales que hemos descrito antes.
-La eliminación del alimento causante de la alergia requiere una supervisión contínua por parte de los padres y cuidadores, debiendo leer las etiquetas de composición de todos los productos comerciales que se vayan a administrar al niño, pues grán número de ellos contiene leche de vaca o sus derivados. En caso de duda, no se debe administrar el alimento sospechoso.
-No hay que dejar al alcance del niño alimentos que puedan contener leche o sus derivados y que, necesariamente, deben estar en casa para la alimentación de sus padres o hermanos.
-Cuando el niño vaya a guardería o colegio, hay que informar del problema y dar instrucciones sobre la alimentación.
-Puesto que son muy frecuentes las alergias múltiples (a varios alimentos), a la hora de introducir alimentos nuevos habrá que tener en cuenta:
*Introducir los alimentos en muy pequeñas cantidades, que se irán aumentando lentamente.
*Introducir los alimentos de uno en uno, para identificar con seguridad cual es el que produce problemas alérgicos.
*No introducir alimentos nuevos cuando el niño no esté bien de salud.
http://www.doctorserra.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario